El Parque Nacional de Cabañeros, en Castilla La Mancha, era hace 475 millones de años el fondo del mar. Un equipo de investigadores ha descubierto en él unas galerías fosilizadas de grandes dimensiones, de hasta 5 metros de longitud y 20 centímetros de diámetro, excavadas por un organismo desconocido de cuerpo blando y gran tamaño. La antigüedad de las trazas las convierte en las huellas más antiguas relacionadas con gusanos gigantes halladas hasta la fecha, según los investigadores.
«Se trata de madrigueras excavadas en el fondo marino por un organismo vermiforme, móvil, cuyas galerías discurrían horizontales a pocos centímetros de profundidad bajo el lecho marino», explica el paleontólogo Juan Carlos Gutiérrez Marco, del CSIC, que dirige las excavaciones. «Vivía enterrado y revestía sus galerías con secreciones mucosas a fin de endurecerlas y evitar su colapso, lo que ha facilitado su conservación hasta nuestros días pues permitió el relleno pasivo por sedimentos posteriores que las fosilizaron».
Aunque el organismo que realizó estas huellas no se conserva, la longitud y grosor de las trazas, así como los movimientos peristálticos que quedaron grabados en la roca, permite estimar a los investigadores que se trata de un gusano gigante de aproximadamente un metro de longitud y unos 15 centímetros de diámetro. Sería una versión gigante del Palaeophycus tubularis, conocido en un amplio rango de edades y localizaciones en todo el mundo pero que rara vez excede los 2 centímetros de diámetro.
Estas huellas preceden en el tiempo a las halladas este mismo año en Devon, (Inglaterra), con un tamaño similar pero que databan del Pérmico Superior, sobre 200 millones de años más jóvenes. Además, los autores de las huellas en suelo británicofueron animales de agua dulce y no organismos marinos, como en el caso de Cabañeros.