Seguimos nuestro recurrido por Toledo por el Puente de San Martín, ¿estás muy cansado? quizás aquí puedes hacer un pequeño descanso donde dedicar unos minutos a disfrutar de la fabulosa panorámica del río Tajo y donde podrás tomarte un tiempo un poco más relajado sacando unas perfectas fotografías del río sobre el cuál se sitúa.
Es un lugar de esos inspiradores en los que puede que te metas en el papel y creerte un profesional de la fotografía puesto que el lugar es idóneo para ello, o si eres un aficionado a las redes sociales, llenar tu Instagram o tu Facebook de esas fotos con las cuáles dar envidia a tus amigos jejej.
Pero como sabemos que no todo lo que te interesa es sacar la foto para presumir de haber estado aquí, vamos a contarte un par de cosas sobre el puente y su historia que harán tu visita un poco más experiencial e interesante.
El Puente de San Martín es considerado como bien de interés cultural desde el 21 de diciembre de 1921, siendo declarado como monumento nacional. Para la gran mayoría, el Puente de San Martín es el más emblemático de Toledo por su majestuosidad, su estilo y las magníficas vistas de la ciudad y el Río Tajo que desde él se pueden divisar. Es un puento de estilo mudéjar que fue construído en el siglo XIII, aunque posteriormente se realizaron varias restauraciones. Y es aquí donde tenemos que contarte una interesante leyenda sobre este puente.
La romántica leyenda del Puente de San Martín
Cuenta la historia que tras algunas guerras que tuvieron lugar en Toledo, el Puente de San Martín sufrió graves daños que necesitaban de una reconstrucción y fue en el año 1390 cuando el arzobispo Pedro Tenorio mandó a construir el arco central y los torreones almenados de los extremos, en previsión de futuros ataques que necesitaban de la refortificación de Toledo en este punto estratégico de la ciudad. El trabajo de reconstrucción fue designado a un afamado arquitecto que comenzó orgulloso su trabajo, sin embargo, con el paso del tiempo y según iba avanzando la obra era visible en el estado de ánimo del alarife su estado anímico depresivo, triste y poco hablador. Este alarife estaba casado y su mujer se fue percatando de ello, pero el alarife se guardaba para sí la causa de su preocupación hasta que un día explotó.
Le confesó finalmente a su mujer que el motivo de su preocupación era debido a que se había equivocado en los cálculos arquitectónicos y de cimentación del puente, al darse cuenta, intentó por todos los medios buscar una solución, sin embargo, era ya demasiado tarde para enmendar el error, la obra continuó, pero él sabía que había cometido un gran error de cálculo que provocaría que cuando se quitase la cimbra del arco, todo se vendría abajo, arrastrando con él toda su carrera profesional, además de que sería castigado por su negligencia.
Tras haberle confesado ello a su esposa, intentó buscarle una solución por todos los medios e intentó tranquilizarle con escaso éxito. Finalmente una oscura noche, la mujer emprendió camino hacia el Puente de San Martín hasta llegar al armazón del mismo, prendió una tea y dejó que todo el puente se quemara, mientras huía rápidamente. Era una noche lluviosa y en un principio parecía que la lluvia pudiera apagar el fuego, sin embargo, finalmente prendió haciendo que el armazón del mismo se derrumbase, provocando un estruendo que en principio creyeron los vecinos que se debía a la tormenta que tenía lugar esa fatídica noche.
Al día siguiente, al recibir el arzobispo la noticia, mandó al alarife a que comenzara nuevamente las obras para reparar los daños ocasionados, volviendo a comenzar el trabajo de cero. Sin embargo, la mujer, que no encontraba tranquilidad de conciencia pidió finalmente audiencia con el arzobispo y le confesó con valentía lo que había hecho. Tras ello, el arzobispo no sólo guardó el secreto, sino que ennobleció a la mujer y le rindió homenaje mandando a realizar una talla en su memoria, en un nicho sobre la clave central del puente, y que aún en la actualidad se puede divisar mirando desde los laterales del puente.
La senda ecológica del río Tajo
El Puente de San Martín es el punto de inicio o final de la senda ecológica del río Tajo, un sendero por las orillas del río del cuál ya hablamos en otra publicación y que te permitirá ver desde otra perspectiva la ciudad de Toledo.
¿Has paseado ya por el puente?
Déjanos tu opinión si ya has pasado por aquí y quieres compartir con otras personas tus sugerencias y experiencias al visitar el Puente de San Martín. Estamos seguros de que futuros turistas te agradecerán tus opiniones.